Madre de la víctima y el padre Olmedo se reunieron con autoridades policiales y judiciales. El viernes habría otra movilización.
Luego del aberrante hecho del que fuera víctima una joven quiaqueña en la ciudad de Villazón (Bolivia) en los últimos días de septiembre y ante la inacción de la Justicia boliviana, la madre de la joven junto al padre Jesús Olmedo y un grupo numeroso de personas, decidieron presentarse en la Comandancia Policial de esa ciudad fronteriza para entrevistarse con el coronel Cancio Pérez, a cargo del puesto policial. Todos se movilizaron hasta avenida República Argentina, principal arteria de Villazón, donde están las oficinas de la fiscal, que curiosamente había salido a realizar un trámite menor cuando era requerida su presencia.
Incluso consultada por El Tribuno de Jujuy días antes, Villafuerte manifestó: "todo está en investigación, no se puede adelantar nada; todos los datos, si surge alguna novedad, serán brindados a la prensa boliviana, con los medios argentinos no podemos declarar", indicó.
Al no encontrar a quién tendría en su poder el expediente, todos se trasladaron hasta las dependencias judiciales.
Allí fueron atendidos por el juez Freddy Hurtado Méndez. La madre echó en llanto descontrolado, exigiendo que los trámites se agilicen para dar con el autor, dado que transcurrió bastante tiempo del hecho.
Para sorpresa de los presentes, el magistrado afirmó que el inculpado ya estaba detenido. Sin dudarlo nuevamente todos se trasladaron hasta la Comandancia donde ante un fuerte operativo de seguridad no pudieron ingresar; al parecer hubo una "confusión" de detenido.
Incluso los medios televisivos, radiales y escritos de La Quiaca recibieron malos tratos por parte de los carabineros bolivianos sin motivo alguno.
En tanto en el despacho del coronel Cancio Pérez, se encontraba la fiscal y la cónsul Reyna Sotillo. A la reunión solo ingresó la madre y el cura Olmedo.
"Solo quiero justicia", dijo Zulema Llanos madre de la joven brutalmente atacada. En diálogo con El Tribuno de Jujuy, señaló que desde lo ocurrido a su hija hubo negligencia por parte de las autoridades bolivianas.
"Ella estaba mal cuando fue a parar al Hospital San Roque (Villazón), nunca la trataron como corresponde por ser argentina, estaba mal y solo le aplicaron suero, diagnosticando solo dolores estomacales. Incluso desde la Policía me reclamaron por qué no hice la denuncia antes, sino ya estaría preso el autor, no entienden que mi hija estaba muy grave".
Por otra parte añadió que el sujeto, a pesar de ser identificado, nunca estuvo detenido. Incluso la fiscal Sandra Villafuerte firmó el aval correspondiente para que continué en libertad. Consultada sobre si los familiares del depravado le habrían ofrecido dinero para que no prosiga con sus reclamos, dijo: "tiene muchos parientes adinerados, nunca me ofrecieron nada, tampoco lo aceptaría; sus familiares dijeron que estaban muy avergonzados por lo ocurrido".
Sobre si quedó conforme con la reunión mantenida con la Policía y Justicia boliviana, expresó: "no hasta que ese malhechor esté detenido. Dijeron que iban a investigar más, si hasta el viernes no hay ninguna novedad, convoco a la gente de Villazón y La Quiaca a una marcha.
Pido me acompañen, no tengo vergüenza solo quiero justicia". Zulema Llanos es muy humilde, a pesar que vive en Villazón su hija es argentina y asistía al Profesorado en La Quiaca, nunca imagino vivir tal situación.
Por las graves heridas sufridas, ahora la mayor de sus hijas está postrada en una cama, y necesita ayuda para todo. "Nadie me devuelve a mi hija, ella era madre y padre también para sus hermanos", concluyó.
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