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Gran Premio de America del Sur 1948

Esta nota hace una alusión histórica - deportiva en la cual escuché en relatos hablados sobre este acontecieminto tan importante en aquellos tiempos que sucedió en nuestra región. La siguiente información es extraida con texto e imágenes de Patiotuerca.com.

Gran Premio de Amércia del Sur 1948

Unir América en carretera

A finales de los años 30, el Automóvil Club Argentino (ACA) tenía la visionaria idea de unir América mediante una carrera, haciendo hincapié en los beneficios que esto traería a la región. Problemas logísticos y técnicos echaron por tierra el proyecto, y se decidió hacer la ruta sólo hasta Caracas, Venezuela, pero a la vez diferendos limítrofes entre Perú y Ecuador también lo impidieron. Finalmente el estallido de la Segunda Guerra Mundial dejó a la ruta "en el freezer" y todo quedó en un simple proyecto.

Tiempo después, el ACA a través de su emprendedor presidente, Carlos Anesi, había decidido que la mejor forma de promocionar este proyecto sería organizar una gran carrera, que cubriera todo o parte de la futura ruta. En 1942, el tenaz y creador dirigente del automovilismo argentino, Francisco Pancho Borgonovo, había realizado un relevamiento de la ruta hasta Caracas; por lo que a comienzos de 1948 la carrera ya estaba en proceso de gestación. En un principio sería desde Caracas hasta Buenos Aires, pero el costo de traslado de vehículos, pilotos y mecánicos, sumados a la necesidad de tener los medios mecánicos listos dos meses antes para su traslado, hizo que la cosa fuera al revés. Así había nacido la Buenos Aires-Caracas.

La prueba se disputaría sobre 9.576,8 kilómetros, estando en juego los trofeos Gral. Manuel Belgrano y Gral. Simón Bolívar y, como novedad, por primera vez en el Turismo Carretera se largaría por ránking o con prioridad, ya que quienes fueran ganadores de Grandes Premios largarían primero, luego los vencedores de carreras, triunfadores de etapas, no ganadores y, finalmente, debutantes. Para el regreso se había organizado otra prueba, mucho más corta, entre Lima y Buenos Aires, con un recorrido total de 5.189 kilómetros y cuyo trofeo llevaba la denominación de Gral. José de San Martín.

En total se inscribieron 141 máquinas, repartiéndose la mayoría de ellos entre Ford y Chevrolet. A la vez, casi todos los países de Sudamérica tenían algún representante, ya que la prueba había despertado gran interés en todo el continente.
La preparación de los autos fue algo a tener en cuenta, ya que debido a la tremenda exigencia a la que serían sometidos los autos, sumado a las largas distancias y distintos climas, se volvió a utilizar motores casi estándar, reforzándose principalmente el chasis, las suspensiones, la dirección y los frenos. A la vez, la cantidad de repuestos a llevarse dentro del auto sería mayor, y mayor también la cantidad de combustible y lubricantes a cargarse. Frente a frente estaban nuevamente los veloces Chevrolet contra los aguantadores Ford, como ahora, como siempre.

Bandera a cuadros

El miércoles 20 de octubre de 1948 se largó la gran carrera, y los hermanos Juan y Oscar Gálvez, Juan Manuel Fangio y Domingo Marimón se postularon de entrada como los favoritos a adjudicarse la prueba. Fangio enseguida se escapó adelante, pero múltiples problemas en el motor de su Chevrolet lo fueron relegando, y Marimón tomó la vanguardia, la que habría de sostener hasta casi llegar a Salta, donde Oscar Gálvez le arrebataría el primer lugar ganando la etapa. El Chueco y las penurias del Chevrolet quedaban en el 79º lugar.
 

1ª Etapa Buenos Aires-Salta (1.692,6 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Domingo Marimón (Chevrolet)
3º Juan Gálvez (Ford)
4º Lorenzo Varoli (Ford)
5º Pablo Gulle (Chevrolet)

El promedio mas alto de una sola jornada lo encontramos en ésta etapa. Sobre los 1.692 kilómetros a Salta, la velocidad media horaria fue de 121.800 Km/h por parte de Oscar A. Gálvez

La segunda etapa vio la consolidación de Oscar Gálvez en la punta. El Aguilucho ya se perfilaba como el hombre a batir, mientras que Fangio completó una etapa a todo o nada, pasó gran cantidad de autos y terminó cuarto, quedando 55º en la general. Pablo Gulle, en tanto, llevaba su Chevrolet al segundo lugar en la etapa, cumpliendo una excelente labor.                                                                     

Oscar Galvez, entrando a Salta


2ª Etapa Salta-La Quiaca (380,1 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Pablo Gulle (Chevrolet)
3º Juan Gálvez (Ford)
4º Juan Manuel Fangio (Chevrolet)
5º Eusebio Marcilla (Chevrolet) 

Esta etapa sería muy emotiva para el balcarceño. Fangio partiría del 79° lugar y desde el mismo momento en que salió, comenzó a superar máquinas de una manera apabullante.
En Jujuy el primero en pasar fue Oscar Gálvez seguido a solo 5 segundos por Marimón.

El hecho quizás mas inexplicable de esta etapa lo protagonizo el acompañante de Julio Devoto cuando se vio obligado a quedarse en el regimiento 20 de infantería tras quebrarse un brazo mientras saludaba al público, y a partir de ahí Devoto tuvo que continuar solo en el camino.

En la quebrada de Humahuaca, Gulle se acercaba a los dos punteros, mientras Fangio ya estaba peleando las primeras colocaciones en tiempo neto.
Pasando “El Volcán”, a 131 Km. de Salta, Fangio alcanza la primera colocación temporalmente.
Cerca de llegar a La Quiaca, volvió a ser superado por los hermanos Gálvez y Gulle.

Gálvez cruzaría la llegada en un tiempo de 4 horas y 47 minutos, casi 6 minutos antes que el segundo, Pablo Gulle. 

Con ésta victoria, Oscar Gálvez se adjudica el primer trofeo en juego, “El Premio General Manuel Belgrano”, que se entregaba al mejor piloto clasificado en la general en el tramo argentino.

Fangio lograría entrar en cuarta colocación tras haber superado en carretera 60 máquinas, aunque no le serviría de mucho  ya que en la general queda clasificado en el lugar 55 y la próxima etapa tiene que largar desde esa posición.

Aquí terminaba el tramo argentino. La Quiaca y Villazón son dos pueblos fronterizos.
Se cruzaría la frontera con Bolivia en neutralización, y se largaría la competencia desde el lado Boliviano

3ª Etapa Villazón-Potosí (459,8 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Pablo Gulle (Chevrolet)
3º Domingo Marimón (Chevrolet)
4º Juan Gálvez (Ford)
5º Arturo Kruuse (Plymouth) 

Las ciudades fronterizas y vecinas de La Quiaca (Argentina) y Villazón (Bolivia) son una neutralización en conjunto. Por lo tanto, la tercera etapa se corrió íntegramente en territorio boliviano. La etapa tendría una extensión de 459,8 Km. y las exigencias no serían las mismas. Iba a ser un camino montañoso ascendente, pero con importantes elevaciones y depresiones, bordeando riscos y cornisas  hasta alcanzar una altura de 4000 metros sobre el nivel del mar. Fangio vuelve a correr como poseído, intentando recuperar posiciones. Luego de superar 50 vehículos y mientras estaba en la tercera posición, corta un palier y no le queda otra alternativa que cambiarlo para poder continuar. Esto lo retrasa casi dos horas.

 Fangio persiguiendo a otro competidor

 Eusebio Marcilla superaba a Juan Gálvez a la altura de Calamaqui. 

Oscar Gálvez gana su tercera etapa consecutiva entrando primero en Potosí –a 4060 metros sobre el nivel del mar-, a un promedio de 63,824 km/h. Gullé, realizando un ritmo impresionante, superaba al resto y se ubicaba en segundo lugar

  4ª Etapa Potosí-La Paz (543,4 km)

1º Juan Gálvez (Ford)
2º Domingo Marimón (Chevrolet)
3º Pablo Gulle (Chevrolet)
4º Eusebio Marcilla (Chevrolet)
5º Oscar A. Gálvez (Ford)

 

             Felix Peduzzi trepando la montaña



5ª Etapa La Paz-Arequipa (546,2 km)

1º Juan Manuel Fangio (Chevrolet)
2º Oscar Gálvez (Ford)
3º Domingo Marimón (Chevrolet)
4º Ricardo López (Ford)
5º Luis Astengo (Ford)


6ª Etapa Arequipa-Lima (1.092,2 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Arnaldo Alvarado (Ford)
3º Juan Gálvez (Ford)
4º Víctor García (Ford)
5º Eusebio Marcilla (Chevrolet)

En la sexta etapa Fangio fue nuevamente el protagonista. Largó 29º y estando 6º en la ruta y segundo en la etapa, protagonizó un vuelco que le hizo perder todas sus chances.

7ª Lima-Tumbes (1.321,6 km)

1º Juan Gálvez (Ford)
2º Oscar A. Gálvez (Ford)
3º Domingo Marimón (Chevrolet)
4º Daimo Bojanich (Ford)
5º Eusebio Marcilla (Chevrolet)

 Los pilotos estaban cansados. Solo algunos habían sido previsores y se habían dormido temprano.
La revolución -fusil en mano- estaba en camino. Era un alzamiento militar y se suspenden los derechos civiles.

Fangio había comentado el día jueves al cronista del diario La Nación:

-En Perú me siento como en mi propia patria. Espero contar con mejor suerte, pues parece que salí con el pie izquierdo. Si bien voy corriendo muy rezagado, me esforzaré por hacerlo en punta.                                                                                          Juan Galvez

                                                                                                 

Eran 1322 km los que separaban a Lima de Tumbes bordeando el océano Pacifico. Una densa neblina rodeaba por momentos a los competidores y casi nadie conocía el terreno.

La largada, originalmente programada para las cinco de la mañana, luego adelantada a las dos, finalmente por los rumores de combates en las cercanías de la ciudad, en carácter de emergencia se resuelve adelantarse a la hora cero del viernes. Y se modifica el lugar de largada. No se saldrá desde la ciudad –precisamente desde Avenida Wilson donde se había dispuesto originalmente-, sino desde Puente de Piedra, a unos 25 kilómetros de Lima. Todo esto en medio de rumores e improvisación agregando mas revuelo a lo que ya era completamente desorganizado.

A poco de largar, Rubiol Roca incrusta su Ford prácticamente de frente contra una duna. Perdió una hora en reacondicionar su vehiculo para poder continuar.

En Las Zorras, a 248 km de Lima, Fangio estaba puntero seguido por Oscar, Gulle, Juan, Alvarado y Marimón.
Mas allá de lo beneficiado que haya sido Fangio con el desordenado sistema de largada, lo cierto es que en camino, Fangio había estado corriendo los 100 primeros kilómetros detrás de Alvarado, que conocía perfectamente el paisaje. Hasta que al peruano en las cercanías de Paramonga y en la plena oscuridad de la noche, se le cruzó un burro por delante y su maquina terminaría muy golpeada.

El neuquino Arturo Krusse sería la próxima baja lamentable de la etapa. Tras romper la dirección de su Plymouth, se estrelló a más de 140 km/h en el Puente Mocho. Remo Gamalero lo auxilió y lo transportó a un centro asistencial. Lo herida más importante para él al final sería una molesta fractura de tobillo.

En Huanchasco, antes de llegar a una curva cerrada y con mucha niebla, Oscar -según apreciaría luego a la prensa- observa que el Chevrolet de Fangio comienza a zigzaguear intentando no desbarrancarse –en realidad desde su posición, no podían apreciar que tal barranco no existía- y mientras Fangio intenta volver el Chevrolet a la ruta, ya con dos ruedas fuera del pavimento y a raíz de la maniobra, el auto comienza a dar tumbos. El no duda un instante, y al darse cuenta que no había un barranco, tiró su auto derecho hacia afuera del camino, donde quedó volcado su Ford sobre un costado.

Oscar y su acompañante Herrero, tras comprobar que solo tenían rasguños, se dirigieron hacia donde había volcado el Chevrolet Nº1. Lo encontraron de costado, con Fangio semi-inconciente, y con una pierna trabada. Las puertas estaban abiertas y Daniel Urrutia no estaba en su lugar de acompañante. Sacaron a Fangio de adentro del vehiculo, ayudaron a poner el Chevrolet sobre sus pies y comenzaron a buscar a Urrutia. Tardaron algo de tiempo en encontrarlo en la oscuridad, sin sentido y sangrando por la boca.

Vieron los faros de competidores que pasaban –Marimón, Juan Gálvez y Bojanich- e intentaron hacerles señas que nadie vio, por la mala visibilidad y la topografía. Tardaron en verlos y detenerse. El primero fue Marcilla.

Marcilla, que estaba ubicado en una excelente posición, se ofrece a llevar a los accidentados hasta un centro asistencial –de ahí, llevaría el mote de “El caballero del camino”. Y entre Eusebio y el Chueco, lo incitan a Oscar que continuara la carrera, algo que realizó tras ocuparse de volver en condiciones a su automóvil. Tuvo que atar su puerta

            Daniel Urrutia y Juan Manuel Fangio


con un cinturón, cambiar un neumático que había reventado, reponer aceite y recién pudieron continuar.

Detrás de la primera parte accidentada, el siguiente tramo ya con luz diurna, se normalizó. Juan Gálvez mantenía un ritmo regular por San Pedro en cabeza. En Chiclayo, a 758 km de Lima, detrás de Juan estaba Víctor García, seguidos por Bojanich, Marimón, O. Gálvez –ya recuperado-, Ataguile y Gullé, quien ya no estaba en las mismas condiciones que en las primeras etapas y continuaba perdiendo terreno. Hacia el final caería al puesto 42 del clasificador.

En Piura, a 1034 km. Juan seguía puntero, ahora perseguido por Oscar, Marimón, y Marcilla –de nuevo en carrera- mientras García estaba en quinto lugar.

Juan Gálvez ganaría la etapa, siendo la más accidentada desde que comenzó la carrera.
Abandonaron pilotos de la talla de Fangio, Kruuse, Karstulovic, Daly, Alvarado y Varoli.

                                                                                                   El Chevrolet de Fangio, muy golpeado


Los pilotos Manuel Montes –que originalmente había  volcado-, Luciano Murro y Adolfo Perazzo abandonan en Trujillo solidarios para acompañar a Fangio.
Angel Castano sufrió un importante accidente y finaliza también la carrera en el hospital.

Sábado 30 cruce en balsa y reparaciones…

Del puerto Bolívar, cruzaban el Golfo de Guayaquil todos los participantes y sus máquinas en tres barcos. Ese mismo día, se les concedió a los pilotos ocho horas para reparar los automóviles.


En territorio peruano pudieron andar fuerte, puesto que de Arequipa a Lima, en los 1.092 kilómetros, Tito Gálvez corrió a 112.289 Km/h, y de Lima a Tumbes, a lo largo de 1.340 Km, Juan Gálvez fijó una media de 111.732 Km/h. En adelante las velocidades mermaron no solamente por la sinuosidad y porque los caminos no eran tan buenos. Si la media en Tumbes era de 98.118 Km/h por parte del puntero y de 95.242 Km/h correspondiente a Marimón

 

8ª Guayaquil-Quito (421,7 km)     

1º Juan Gálvez (Ford)
2º Oscar A. Gálvez (Ford)
3º Eusebio Marcilla (Chevrolet)
4º Domingo Marimón (Chevrolet)
5º Ricardo López (Ford)


Tras el cruce en barco, que duró ocho horas el día sábado, y el merecido día de descanso, la situación en el Ecuador fue bastante distendida para los pilotos que continuaban en batalla.
Ya el lunes a primera hora, se informaba que los pilotos Astengo y Trincavelli desistían de la salida. Sus máquinas con problemas insalvables se quedaban en Guayaquil.

Si bien, por un lado se volvía a las etapas cortas -425 km- también se volvía a correr en plena cordillera, con lo cual el camino volvía a tener zonas de precipicios y curvas bordeando montañas.
Todos coincidían en que la zona más peligrosa sería el Páramo del Chimborazo, ubicada en los primeros kilómetros de la etapa. Zona de importantes ascensos y descensos, completando el dibujo unas curvas muy cerradas.
Sobre el suelo sería más de lo mismo. Algunas pocas zonas asfaltadas, mucho ripio y polvo para completar el cuadro.

Considerando lo peligroso que sería salir directamente desde la ciudad, la organización decide desplazar la salida de la etapa hacia la localidad de Daule, a 45 km de Guayaquil.

                                                                                   Marcilla continuaba la lucha desde la entrada a Ecuador

A las 5:05 comienza a moverse la caravana desde el frente del consulado argentino en Guayaquil en intervalos de un minuto en neutralización y en el mismo orden de largada. Lo insólito de la mañana le sucedió a Pascuali, que mientras retiraba el auto del parque cerrado, un imprudente transeúnte particular envistió de frente su Ford. El golpe destruyo el radiador y la reparación lo obligó a salir desde el último puesto, penado por perder su turno en el noveno lugar de largada…

A las 7:07 larga Oscar efectivamente desde Daule. Detrás de él fueron 50 las máquinas dispuestas a llegar a la capital de Ecuador.

Se complica aun más la zona del Páramo del Chimborazo, ya que densas nubes poblaron el lugar. Esto de todas maneras no desalentó a los punteros que continuaron volando, literalmente entre las nubes.

Los hermanos Gálvez eran perseguidos por Marimón y Marcilla que no le soltaban pisada. Tal es así que a 210 km de de Daule, en la localidad de Quevedo, Juan estaba delante de Oscar por tiempo neto, ya que viajaba pegado al paragolpes trasero del Ford de su hermano.
En Pujilí, Oscar observa que la temperatura de su máquina llega peligrosamente al tope y se detiene brevemente a revisar la causa. Era solo un caño del radiador obstruido el problema, que resuelve rápidamente cediéndole el primer puesto de la carretera a su hermano Juan. Tan breve fue la parada de Oscar que Marcilla y Marimón, que estaban a unos tres minutos de Juan, no logran superarlo en el camino.

En Latacunga, Juan pasó primero, seguido por Oscar, tercero Marcilla a 12’ y Marimón a 18 minutos. Victor García hasta ese momento quinto, comienza a perder terreno gradualmente para finalmente terminar en la duodécima posición.

En el último tramo, Oscar atacó y supero en el camino a su hermano que se quedó pegado detrás de su máquina, pero la diferencia de tiempo jugó a favor de Juan por solo 39 segundos.

El presidente de Ecuador, el señor Sotomayor Luna junto a varios ministros presenciaron la llegada de los diez primeros competidores. Lo más simpático del recibimiento, fue Oscar Gálvez, que cubierto de lodo, abrazó al primer mandatario y hasta lo acarició…

Gulle rompe el cigüeñal, -o la transmisión según la fuente- y finalmente, el gran luchador de la competencia, se queda fuera de carrera.

Como dato anecdótico, Angel Pascuali, “el romántico de Vicente López”, un piloto muy regular que normalmente tendría que estar promediando la novena posición, finalizaría la etapa en el lugar 36º, como recordando y homenajeando a Fangio, en lo difícil que era recuperar posiciones en estos caminos, saliendo efectivamente desde el último lugar…

La prensa daba cuenta de la recuperación física de Fangio, y que los restos de Daniel Urrutia habían partido el domingo desde Lima en avión, rumbo a Buenos Aires.


9ª Quito-Pasto (391,9 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Juan Gálvez (Ford)
3º Eusebio Marcilla (Chevrolet)
4º Salvador Ataguile (Ford)
5º Ricardo López (Ford)

La novena etapa se presentaba como la despedida de Ecuador, y el ingreso a territorio colombiano. Esta sería una de las más cortas de la competencia, solo 391,9 Km.

El primer tramo sería de mucho polvo, y luego había que subir a la Cumbre Páramo -El Ángel- a 3700 m de altitud. Después un importante descenso hasta Pasto para finalizar. Como referencia, la ciudad de Quito se encuentra a 2800 m. y Pasto a 2490 m. sobre el nivel del mar.

A las seis de la mañana se daba la largada, a intervalos de un minuto.

Los pilotos cruzaron las localidades de Guaillabamba, Cayambre, Espejo, Otavalo, San Antonio para ingresar al primer control en Ibarra.

En las cercanías de Chota, el peruano Román Valta sufrió un vuelco sin consecuencias graves, y que solo le haría perder algunos minutos.

Tras cruzar el río Chota,  se trepaba el Páramo El Angel a 200 km de Quito, Las posiciones eran: Oscar, Juan, Marcilla y Marimón cuarto. Detrás seguían Merino, Ataguile, López, Maineri, Tardía, García y Orcola. 

Luego de Tulcán, el cruce de frontera mantendría prácticamente las mismas posiciones. Oscar, cuatro minutos antes que su hermano.
Y ya en territorio colombiano, tras cruzar Ipiales, Guachucal y Espino, se entraba al control de Túquerres.

 Víctor García, que estaba corriendo los últimos 150 kilómetros sin frenos, entrando en Pasto de repente se encontró con público delante de su máquina y nada pudo hacer para esquivarlos. El saldo fue de un espectador muerto y quince heridos –cuatro de gravedad-.

Al margen de la lamentable tragedia, el público en la ciudad de Pasto fue sensacional. Unas 30 mil personas bordeaban la ruta.  Hay que tener en cuenta, que ningún piloto colombiano había largado la competencia e igualmente, el público se mostraba muy entusiasmado con ella, gracias al despliegue brindado por la prensa colombiana.

Oscar finalmente le sacaría unos ocho minutos a su hermano, mientras que la sorpresa de la etapa sería el cuarto lugar obtenido por Salvador Ataguile.

Marimón aclararía luego que en esta etapa salió a cuidar el auto, por eso no forzó en ningún momento la marcha y Angel Pascuali justificaría su tiempo moderado; diría que aun no había podido recuperar su automóvil del choque en las calles de Guayaquil, y que prácticamente había realizado el tramo completo sin frenos.

Destacando lujos propios de Colombia. Fue notable la organización local. En el territorio colombiano, el ejército desplegó tropas y ambulancias a lo largo de la ruta para asistir, en caso de ser necesario, a algún piloto accidentado. Además se encargó de mantener despejada la ruta de posibles transeúntes para evitar accidentes. Obviamente, que en la gran concentración del publico en Pasto, nada se podía hacer para evitar un accidente como el de Víctor García.
Ese mismo día, la prensa informaba que había sido fletado un avión con rumbo a Lima, para mejorar la situación financiera de los pilotos que habían abandonado y se encontraban varados en esa ciudad. Todos esos pilotos tenían sus fondos depositados en “banco volante” que habilitó el Automóvil Club Argentino y en esos momentos, se encontraba estacionado en Venezuela.

 

10ª Pasto-Cali (440,4 km)

1º Juan Gálvez (Ford)
2º Oscar A. Gálvez (Ford)
3º Eusebio Marcilla (Chevrolet)
4º Juan Marchini (Ford)                          
5º Ricardo López (Ford)     


                                                                                                                                                                    

11ª Cali-Bogotá (527,5 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Juan Gálvez (Ford)
3º Salvador Ataguile (Ford)
4º Manuel Merino (Ford)
5º Juan Marchini (Ford)



En las últimas etapas la lucha más intensa estuvo entre Marimón y Marcilla, quienes después habrían de ser los primeros de la clasificación oficial. He aquí como arriban a Bogotá las máquinas de los citados volantes, separadas por escasísimos metros



12ª Bogotá-Cucuta (598,7 km)

1º Juan Gálvez (Ford)

2º Oscar A. Gálvez (Ford)

3º Tadeo Taddia (Chevrolet)

4º Eusebio Marcilla (Chevrolet)

5º Salvador Ataguile (Ford)


   

  El último auto en salir de Bogotá fue el de Domingo Sanguinetti 


13ª Cucuta-Valera (484,1 km)

1º Oscar A. Gálvez (Ford)
2º Salvador Ataguile (Ford)
3º Eusebio Marcilla (Chevrolet)
4º Domingo Marimón (Chevrolet)
5º Tadeo Taddia (Chevrolet)


Esta fué la etapa más lenta, donde se recorrieron 484 kilómetros, cubiertos a una velocidad promedio de 57.524 Km/h. Se puede imaginar las dificultades de caminos sinuosos cuando un corredor como Gálvez apenas pudo sobrepasar los 57 horarios



 Últimos metros finales

La carrera agonizaba. Valera-Caracas fue el último tramo de la extenuante prueba, a disputarse sobre un total de 676,6 kilómetros. Desde el mismo inicio del parcial, Oscar y Juan se tomaron la punta. Ambos habían acordado que Oscar iría adelante y Juan cuidaría sus espaldas, ya que la ventaja de Oscar era más que considerable, y sus seguidores, Marimón y Marcilla, estaban muy lejos de poder inquietarlo. Pero Juan aceleró su Ford más de la cuenta y hasta el día de hoy no se sabe cuál fue motivo. ¿Ganar la general? Sonaba casi imposible. ¿Ganar la etapa? No era lo que había acordado con su hermano.

Tras 9.300 kilómetros recorridos, y más de 115 horas al volante, Juan Gálvez volcó con su Ford azul número 9, a tan sólo 250 km de Caracas. El auto, tras el tumbo, quedó en mala posición, semi atascado, y Juan y su acompañante -quienes salieron ilesos-, intentaron (sin suerte) de removerlo a mano.
Cuando Oscar llegó al lugar, ataron el auto de Juan con una 'cuarta' para sacarlo. Ese esfuerzo marcó el fin del noble motor del auto del Aguilucho.

Una vez en el camino, y tras algunos kilómetros, debió detenerse con problemas insalvables; la Buenos Aires-Caracas ya era historia para él...


Un final polémico

El primero en cruzar la línea de llegada de la última etapa fue el mendocino Víctor García al mando de un Ford. Tras él llegaron Marcilla, Marimón, López y Ataguile. Contento con su segundo puesto, Toscanito empezó a festejar ni bien arribó, pero Oscar Gálvez no llegaba y el destino le había reservado algo inesperado. Oscar se acercó a la meta empujado por un Buick de última generación; su cigüeñal había dicho basta y el Ford no podía andar por sus propios medios. Con la ayuda de un pronunciado declive y un más que evidente empujón, el Aguilucho cruzó la meta entre aplausos y vitoreo.
Arrancado del auto por la increíble muchedumbre, y en momento que era llevado en andas, fue informado por el Comisario Deportivo de la prueba, Don Fulvio Pastor, que debido a esa última maniobra su arribo a Caracas no había sido registrado como válido. Los fiscalizadores comprobaron también que el motor estaba frío, y que hacia rato no estaba en marcha.
Minutos más tarde, y en plena discusión, el acompañante de Oscar, Federico Herrero arrancó el Ford y como pudo lo hizo cruzar la meta. Este hecho también fue considerado en contra el reglamento, ya que sólo el piloto podía conducir el auto. Todo era confusión, y desilusion para el pobre Oscar. El reglamento era claro: desclasificación, aunque para la gente fue el ganador moral.

Tras la decisión de su sanción, y seguramente mal aconsejado, Oscar apeló la medida y hasta le envió un telegrama al presidente Juan Domingo Perón, solicitándole que mediara en la cuestión. Como respuesta del primer mandatario recibió: "¿Hay reglamentos? Pues que se cumplan".

14º Etapa Valera-Caracas (676,6 km)

1º Víctor García (Ford) 2º Eusebio Marcilla (Chevrolet) 3º Ricardo López (Ford) 4º Domingo Marimón (Chevrolet) 5 Guido Maineri (Ford)

Vencedores y vencidos

Domingo Toscanito Marimón se encontró con un triunfo inesperado. Resultó ser el vencedor de la gran carrera ante el sorpresivo abandonos de Juan Gálvez y la desclasificación de su hermano Oscar.
Marimón, además, se hizo acreedor de los 113.500 pesos que la prueba otorgaba como premio al ganador. Y cabe sobre el final una anécdota que habla de la moral y personalidad de quienes se disputaron el premio. Al inicio de la prueba, Fangio y Marimón habían acordado de palabra que si alguno resultaba ganador, dividiría el premio con el otro.


¿Por qué? Es que al inscribirse en la prueba, tanto el Chueco como Toscanito tuvieron que abaratar costos, y decidieron repartir los gastos de preparar ambos autos, y tanto las pérdidas como las ganancias serían soportadas por ambos. Terminada la competencia, Marimón lo llamó al Chueco para dividir el premio. Este gesto que enalteció su persona, selló la amistad que hasta los últimos días de Toscanito tuvo con Juan Manuel, y habla a las claras de la diferencia entre el automovilismo de aquellos tiempos y el de nuestros días.

 

Clasificación final

1º Domingo Marimón Chevrolet
2º Eusebio Marcilla Chevrolet
3º Juan Gálvez Ford
4º Salvador Ataguile Ford
5º Daimo Bojanich Ford
6º Manuel Merino Ford
7º Víctor García Ford
8º Ricardo López Ford
9º Guido Maineri Ford
10º Tadeo Taddia Chevrolet

Premios (en pesos)

Domingo Marimón 113.500
Eusebio Marcilla 60.400
Juan Gálvez 56.700
Oscar Gálvez 53.000
Salvador Ataguile 20.000
Victor García 13.800
Daimo Bojanich 13.700
Miguel Merino 10.800
Ricardo López 9.500
Pablo Gulle 7.200


El promedio de Domingo Marimón sobre los 9.575 kilómetros ha sido de 80.726 Km/h. Su tiempo total, de 118 horas 37 minutos y 18 segundos. Hecho el cálculo del caso puede decirse que se unió Buenos Aires con Caracas en menos de cinco días. Cierto es que tomamos en conjunto el tiempo acumulado por el ganador a lo largo de catorce etapas y que una máquina no podría andar a ese promedio noche y día, pero no hace muchos años, cuando se anunció que los aviones iban en cinco días desde Buenos Aires hasta la capital de Venezuela, el asombro fue extraordinario. Agreguemos algo interesante al respecto; si sumáramos los tiempos de los vencedores de etapas tendríamos un total de 112h 39m 41s lo que daría un promedio horario de 84.989 Km/h.

  


Fuente: jmfangio.org

Via: Pablo Sarmiento

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