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Menores bolivianos, víctimas de maltratos

Los casos de traslados irregulares de menores en la frontera entre Argentina y Bolivia, por el norte jujeño, siguen registrándose.

Días atrás sucedió un caso cuando una familia argentino-boliviana que habita el norte potosino, vivió momentos terribles. Sus hijos adolescentes pudieron volver al hogar después de casi dos meses sin saber de su paradero.

Merced a la representación diplomática de nuestro país, ambos menores hoy pudieron ser restituidos a su hogar.

Menores bolivianos, víctimas de maltrato

 

Como ocurre en estos casos, la ayuda fue requerida por la familia de las víctimas días después de la partida de los muchachos, al advertir que el número de teléfono que dejaron no funcionaba.

La historia se remonta a febrero último. Los dos adolescentes, uno de nacionalidad argentina y el otro boliviano, se trasladaron hasta la región fronteriza de Jujuy interesados en un trabajo que duraría solamente un mes y tendría una "buena" remuneración.

Sin embargo, los hermanos de 13 y 14 años padecieron maltratos y hambre, ante lo cual desde el Consulado a cargo de Reina Sotillo de Galgano se realizaron las averiguaciones pertinentes, solicitando datos sobre sus paraderos. La búsqueda fue fructífera porque uno los adolescentes se hallaba en una zona cercana a esta frontera norte. Por lo tanto la funcionaria debió trasladarse con las autoridades competentes al lugar donde podrían estar.

Con la ayuda consular y de otros organismos sus familiares se trasladaron a buscarlos, y el reencuentro fue de emoción y alegría que van más allá de lo que puede relatarse.

La cónsul agradeció el interés demostrado por las instituciones intervinientes señalando: "son temas medulares para la defensa de los Derechos Humanos, que constituyen una prioridad para los gobiernos de Argentina y Bolivia y para nuestra Embajada en La Paz".

Con engaños

En ese marco es necesario hacer mención que hace pocas semanas, con los mismos ardides, un número superior a las 35 personas fueron trasladadas desde el norte potosino hacia nuestro país, para trabajar en una cosecha de una provincia andina.

Por lo tanto hubo una ardua labor de las instituciones y Consulado para impedir que niños y adolescentes fueran llevados irregularmente. Además autoridades pudieron advertir que los antisociales usan una detenida observación para atraer a niños y adolescentes, aprovechando cualquier circunstancia desafavorable de sus víctimas, dando cuenta que para ellos no son más que objetos.

Por lo tanto desde distintos organismos recomendaron nuevamente, que las promesas son el instrumento de estos antisociales y que es esencial cooperar con las personas engañadas para que puedan regresar prontamente a sus familias, tal cual lo manifestara la cónsul en Bolivia: "todo niño, adolescente o adulto puede ser nuestro hijo o nuestro hermano".

Vía: El Tribuno

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