Esto puede pasar a niñ@s, jóvenes y adolescentes tanto de Villazón o de La Quiaca, haciendo seguimiento de éste caso particular compartimos esta nota que aún no llega a dar mayores luces.
Es toda una incógnita para sus familiares. Las investigaciones y búsqueda incesante no acercaron ninguna pista o indicio.
Pasaron más de 4 meses de la misteriosa desaparición del joven Ariel Llampa (17) en la localidad fronteriza de La Quiaca, sin que hasta ahora hayan aparecido indicios sobre su paradero.
Pese a que desde la capital provincial llegaron efectivos para realizar un minucioso rastrillaje por el paraje boliviano Agua Chica donde el adolescente fue visto por última vez.
Y que incluso la magistrada del Juzgado de Menores Pilar Medina llegó hasta La Quiaca a fin de indagar a los testigos y a quienes durante esa jornada de diciembre del año pasado estuvieron con Ariel.
Además desde el consulado argentino en Villazón (Bolivia) no escatimaron esfuerzos, buscando al joven junto a efectivos de la Fuerza Especial Lucha Contra el Crimen (Felcc) en varios barrios periféricos de esa localidad.
Pero lo cierto es que, hasta el momento, no hay datos concretos sobre su paradero. Las investigaciones y búsqueda incesante ni siquiera han podido dar con alguna pista o indicio de dónde podría estar el joven Ariel Llampa, quien asistía al cuarto año de la Escuela de Comercio Nº 1 de esa ciudad norteña.
El Tribuno de Jujuy en la última entrevista mantenida con Ceferino Llampa padre del adolescente había manifestado “no tenemos respuestas de nada, la desesperación nos embarga.
Estoy por viajar a buscarlo en otras ciudades por cuenta propia, hace tiempo ando buscando y recabando testimonios”. Así fue que emprendió viaje hacia otros puntos del país sin éxito alguno, desde un primer momento las actuaciones no se hicieron como corresponde.
Primero la Policía de la Provincia tardó varios días antes de iniciar la búsqueda del adolescente, se tuvo que esperar a que la comunidad y familiares marchen hasta la Seccional 17 para que comenzaran a “moverse”.
Sin explicación
Los acompañantes de Ariel, otros jóvenes de su entorno, tenían el celular y otras pertenencias del desaparecido, solamente se les tomó testimonio y nunca explicaron por qué si fueron todos juntos, Llampa no regresó con ellos.
A esto hay que sumarle el total desinterés por parte de la Policía Nacional de Bolivia que únicamente asignó un solo efectivo para ubicar al joven, cuando Villazón tiene una población de 80 mil habitantes. Recién las fuerzas bolivianas se movilizaron ante la constante requisitoria por parte de las autoridades argentinas, mientras ya habían transcurrido 2 meses desde su desaparición.
Actualmente es toda una incógnita los mensajes que aparecieron en la cuenta de una red social que supuestamente habría dejado Ariel Llampa durante el 24 de diciembre del año 2011, donde inculpaba a dos de sus compañeros por “haberlo vendido como objeto y que algún día iban a pagar por lo que hicieron” otro mensaje expresaba “pido ayuda para volver con los que más quiero”.
Con el paso del tiempo los quiaqueños parecen haber olvidado la situación y la indiferencia es el común denominador, mientras los padres y familiares continúan incansablemente en la búsqueda del joven.
Ariel Ivan Llampa está desaparecido el 8 de diciembre del año pasado cuando asistió a las festividades de la Virgen de Agua Chica ubicado al otro lado de la frontera distante a diez kilómetros de La Quiaca. Desde ese día nada se sabe de él.
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